3.1 Modificación De Hábitos De Vida


3.1         Modificación De Hábitos De Vida

El cese del hábito tabáquico podría reducir en un altísimo porcentaje la mortalidad por cáncer de pulmón, pero también de tumores de cabeza y cuello y vejiga, especialmente. El tabaco está presente en los hábitos de más del 90% de las personas de cáncer de pulmón, y para este cáncer es la principal intervención. A los 10 años del cese del hábito se observan reducciones en el riesgo de entre el 30 y el 50%. El uso de fármacos (sustitución de nicotina y antidepresivos), junto con refuerzo social, mejoran las proporciones de éxito.

Las modificaciones dietéticas se relacionan con un incremento del consumo de alimentos ricos en fibra (vegetales y fruta) y con una reducción de la ingesta grasa (especialmente de tipo saturado), singularmente limitando el consumo de carnes rojas. Globalmente, deben evitarse la ingesta excesiva de calorías y la obesidad. Estos factores se han asociado, clásicamente, a tumores como los de mama, próstata y colorrectal. Sin embargo, es difícil asegurar, y sobre todo en que cuantía, que modificaciones de la dieta como las descritas sean capaces, por si solas, de reducir la incidencia de estos tumores. Las intervenciones sanitarias en este sentido son complicadas de evaluar, y es complejo controlar los múltiples factores que originan el cáncer. En particular, no hay evidencia incontrovertible de que los suplementos vitamínicos puedan prevenir la aparición de tumores.

La evitación de factores ambientales, especialmente los ocupacionales (industrias, agropecuarios, asbestos), reduciría la aparición de tumores de pulmón, vejiga y algunos otros. El control adecuado de las radiaciones ionizantes y evitar las exposiciones solares excesivas reducirían la aparición, respectivamente, de leucemias y cánceres de piel.

La infección por el virus del papiloma humano (HPV) está directamente implicada en la etiología del carcinoma de cérvix, por lo que los medios destinados a evitarla son eficaces en la prevención de este tumor. Así, los métodos anticonceptivos de barrera disminuyen el riesgo de neoplasia cervical por la disminución de la exposición a HPV. Actualmente se realizan estudios para valorar la eficacia de una vacuna contra HPV-16, estando aún en discusión la conveniencia de añadir otros tipos de HPV, y los aspectos relacionados con la duración de la protección conferida.