3. Anatomía Patológica
3. Anatomía Patológica
La mayoría de los cánceres de próstata (70%) asientan en la zona periférica del tumor, que representa el 70% del peso de la glandula próstatica. La zona de transición (24%) de los tumores y la zona central (8%) de todos los casos son asientos menos frecuentes de esta enfermedad. La localización tumoral influye en las posibilidades de diagnóstico ya que la zona de transición y la central son inaccesibles al tacto rectal, siendo de utilidad en esos casos la ecografía transrectal. Gracias a que la mayoría de los cánceres asientan en la zona periférica, el tacto rectal es un arma diagnóstica cómoda, útil y barata. El Adenocarcinoma es el tipo histológico más común (90%) y proviene del epitelio glandular. El Carcinoma transicional es mucho menos frecuente (5%) y se origina en el urotelio que tapiza la uretra prostática. Otras estirpes histológicas son el Carcinoma mucinoso y el Carcinoma en células en anillo de sello, siendo este último muy poco frecuente y potencialmente agresivo.
La gradación histológica usada en los carcinomas de próstata es la clasificación de Gleason. Esta escala estudia por un lado la anaplasia y por otro la desestructuración de las células. Existen 5 grados para cada característica, y el resultado se obtiene sumando el resultado de la biopsia menos diferenciada y la más diferenciada, del modo siguiente:
Gleason 2-4 |
carcinoma bien diferenciado |
Gleason 5-7 |
carcinoma moderadamente diferenciado |
Gleason 8-10 |
carcinoma mal diferenciado |
El grado histológico es un factor pronóstico muy importante en tumores localizados. Así tumores de muestren grados altos de la clasificación de Gleason, muestran altas tasas de progresión tumoral a distancia, con independencia de la extensión local de la enfermedad.
Este tipo de tumores tienen una extensión local desde la próstata hacia la propia cápsula y vesículas seminales. Invade vejiga y con menor frecuencia, recto y uretra. La diseminación linfática se produce a ganglios linfáticos obturadores, ganglios presacros y preciáticos y cadenas ilíacas externas e internas. La diseminación hemática: ósea, pulmón e hígado.
El riesgo de portar enfermedad subclínica nodal varía del 0% en T1a a 55% en T3. Así mismo el riesgo de desarrollar metástasis a distancia alcanza hasta el 50% de los tumores con afectación capsular o de vesículas seminales. Este hecho condiciona, no solo, los estudios diagnósticos a realizar en el momento del descubrimiento del tumor primario, sino también las características de los tratamientos