2.13 Cuándo Deben Utilizarse Las Fórmulas De Liberación Retardada


2.13    Cuándo Deben Utilizarse Las Fórmulas De Liberación Retardada

Las fórmulas de liberación retardada ofrecen a los pacientes la ventaja de una administración de opioides menos frecuente. Las fórmulas de liberación retardada deben utilizarse preferentemente sólo en situaciones estables, cuando el dolor está bien controlado y el paciente exige cantidades mínimas de dosis de rescate al día (menos de tres). A los pacientes que nunca han tomado opioides es preferible no suministrarles una fórmula de liberación retardada. Inicialmente, se debe utilizar una fórmula de liberación rápida para permitir una dosificación más segura y rápida. El opioide puede cambiarse posteriormente a una fórmula de liberación retardada cuando el dolor esté bien controlado. Cuando el paciente se desestabilice (por ejemplo: delirio, aumento considerable del dolor con aumento rápido de las dosis de opioides), es prudente cambiar de una fórmula de liberación retardada a una de liberación rápida. Utilizar las fórmulas de liberación retardada con gran cautela en presencia de deterioro renal (riesgo de acumulación). Sería recomendable usar fármacos que no se eliminen por vía renal, en caso de disponer de los mismos. Si no, dar consejo de prescribir disminución de dosis habituales y/o aumento del intervalo.