1.4 Clasificación Clínico-histológica

Melanoma sobre lentigo maligno

El lentigo es un melanoma intra-epidérmico. Es una mácula pigmentada que aparece en zonas foto-expuestas, en personas mayores de 50 años, sobre una piel con daño actínico. Es más frecuente en mujeres. Sus características principales son la falta de uniformidad en el color y contornos irregulares. Histológicamente existe una atrofia epidérmica con melanocitos típicos y atípicos en la dermis. Tras un período de latencia de 5-30 años evoluciona a melanoma invasor sobre lentigo maligno con capacidad metastásica. Histológicamente vemos que las células neoplásicas invaden la dermis.

Melanoma de extensión superficial

Aparece habitualmente sobre un nevus previo. Constituye la mayoría de los melanomas cutáneos y tiene una fase de crecimiento radial evidente. Tiene un crecimiento periférico con contornos irregulares, límites mal definidos y grandes variaciones de color en su interior. En un momento determinado, aparecen erosiones y zonas nodulares, que indican el comienzo la fase de crecimiento vertical.

Melanoma nodular

Aparece generalmente sobre la piel sana y no existe fase de crecimiento radial (sólo vertical), por lo que tiene peor pronóstico dada la precocidad en la adquisición de la capacidad metastásica. La lesión es un nódulo hiperpigmentado que se erosiona fácilmente. Existe una zona tumoral de invasión vertical sin crecimiento radial. Afortunadamente no es el más frecuente. Presenta una gran tendencia a la metastatización.

Melanoma acral

Aparece en palmas, plantas y uñas, donde no hay normalmente melanocitos. Es muy frecuente en personas de raza negra y oriental. Es una mácula hiperpigmentada de contornos irregulares y límites mal definidos. Se diagnostica generalmente en etapas avanzadas, cuando se erosiona. También existen los melanomas amelanóticos en planta del pie que no tienen pigmento y son de muy difícil diagnóstico.