4. Valoración Nutricional Del Paciente Oncológico
En el enfermo oncológico es habitual la desnutrición calórico-proteica, y se ha establecido una correlación con una peor tolerancia a los tratamientos, menor supervivencia e incremento de la morbimortalidad postquirurgica. De cualquier manera, el beneficio del apoyo nutricional en estos enfermos es controvertido, sin poder demostrarse que mejore los índices de supervivencia. Pero, en la práctica clínica son evidentes los efectos adversos de la malnutrición, teniendo el soporte nutricional un destacado papel en su prevención y tratamiento.
El estado nutricional de un enfermo con cáncer puede valorarse de distintas maneras según la finalidad y del marco en que se desarrolle (estudios epidemiológicos, en la práctica o investigación clínica).
En la práctica clinica el objetivo primordial de la valoración nutricional, es diferenciar a pacientes con malnutrición o riesgo aumentado de complicaciones (por la misma enfermedad o por los tratamientos-cirugía, quimioterapia, radioterapia) que se puedan beneficiar de una adecuada corrección de este estado. En esta valoración se incluye una subjetiva y otra objetiva.
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Valoración subjetiva. Este método se considera sensible, específico y con poca variabilidad entre observadores, si han sido correctamente entrenados. Los datos de la historia clínica son la evolución del peso, la ingesta dietética actual en relación con la ingesta habitual del paciente, los síntomas digestivos de las dos últimas semanas, la capacidad funcional y los requerimientos metabólicos. Dentro del examen físico: evaluación de la pérdida de grasa subcutánea y musculatura y también la presencia de edema o ascitis. De esta manera se puede realizar una clasificación en tres grados o categorias: pacientes con adecuado estado nutricional. Sospecha de malnutrición o malnutrición moderada. Malnutrición severa.
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Valoración objetiva. Se trata de realizar una valoración nutricional global y la de los distintos compartimentos graso, proteico muscular, visceral y energético mediante la utilización de diversos parámetros:
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Pérdida de peso. Modificación del peso en los últimos seis meses. Las pérdidas agudas presentan gran repercusiópn clínica.
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Somatometría. Cuantifica la cantidad de grasa subcutánea y de músculo esquelético.
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Parámetros bioquímicos. Se puede utilizar en índice de creatinina / talla y la determinación de proteínas plasmáticas.
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Parámetros inmunológicos. La inmunidad celular se ve afectada más precozmente a causa de la desnutrición en los pacientes oncológicos, que ya presentan alteraciones inmunológicas previas.