7. Prevención Primaria De Cánceres Asociados Con El Consumo De Alcohol

7.    Prevención Primaria De Cánceres Asociados Con El Consumo De Alcohol

Y TABACO

El control efectivo del consumo de tabaco es el objetivo principal de la mayor parte de las campañas de prevención del cáncer, pero ha resultado ser un objetivo muy escurridizo. La prevalencia de fumadores ha disminuido en muchos países desarrollados, pero está incrementándose rápidamente en otros partes del mundo. Los programas a pequeña escala y la educación para la salud tradicional no pueden competir con el poder adictivo de la nicotina y las influencias sociopolíticas de los grupos de presión de las compañías tabaqueras. En una sociedad democrática, tres enfoques complementarios parecen muy prometedores: mejorar la educación general, aumento de los impuestos y cultivo de un espíritu social anti-tabaco.

Excepto que la producción de tabaco cese, lo que sería un auténtico milagro, el tabaquismo no puede ser erradicado: pocos vicios pueden serlo. No obstante, sobre la base de tendencias anteriores, la fuerte asociación inversa entre educación y consumo de tabaco y el emergente espíritu social, puede ser razonable esperar que, en unas pocas décadas, el tabaquismo, y eventualmente la mortalidad relacionada con el consumo de tabaco se reducirán en aproximadamente 2/3.

Las bebidas alcohólicas son en muchas sociedades un factor de comunicación social importante y un consumo moderado reduce la mortalidad por enfermedad cardiovascular y la mortalidad total. No obstante, el alcohol interacciona con el tabaco como causa del cáncer en las vías aéreas superiores y el tracto gastrointestinal, y puede ser la causa de cáncer hepático mediado por cirrosis y también de otros tipos de cánceres a los que ya nos hemos referido en puntos anteriores. Estrategias que pudieran preservar la mayor parte de los beneficios que para la salud supone el consumo moderado de alcohol y puedan reducir el la mortalidad por cánceres relacionados su consumo, deberían ser evaluadas en función del tiempo, el lugar y la cultura. Consumos moderados de vino durante las comidas y una reducción del consumo excesivo, particularmente borracheras, puede ser un camino hacia el objetivo propuesto. Sin embargo, es poco probable que la mortalidad relacionada con el alcohol se reduzca en mas de 1/3.