4. Métodos De Determinación De La Enfermedad Mínima Residual

4       Métodos De Determinación De La Enfermedad Mínima Residual

Actualmente los ensayos realizados para la detección de células tumorales residuales difieren ampliamente en sensibilidad y especificidad. Sin embargo, no todos los métodos están estandarizados. Las técnicas basadas principalmente en criterios morfológicos, como la histopatología convencional, permiten examinar una sección limitada del tejido seleccionado. Por el contrario, las técnicas que utilizan como marcadores altercaciones de los ácidos nucleicos para la detección de células tumorales residuales permiten el análisis de la muestra completa (un ganglio linfático entero, 10 ml de sangre periférica o aspirado de médula ósea sin ser necesario un enriquecimiento inmunomagnético previo). Las características del cáncer asociadas a alteraciones del DNA, RNA mensajero o proteínas específicas de tejido o tumor, pueden usarse como dianas para detectar células tumorales residuales en muestras clínicas. Los nuevos avances en el campo de la biología molecular nos permiten detectar las células tumorales a nivel submicroscópico.

Para que una técnica pueda ser utilizada para estudiar EMR debe reunir las siguientes propiedades (Van Dongen et al., 1996):

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Especificidad, que es la capacidad que tiene la técnica de distinguir las células tumorales de las normales, así se evitan falsos positivos o falsos negativos.
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Sensibilidad, que es el límite de detección de la técnica. Una técnica debe ser capaz de detectar, por lo menos, una célula tumoral de entre mil células normales.
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Reproducibilidad, que se refiere a la facilidad de estandarización de una técnica entre distintos laboratorios.
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Correlación clínica

Antes de analizar una muestra debemos tener en cuenta de donde procede la muestra que estamos analizando, porque puede interferir significativamente en la detección de la EMR. En un estudio realizado durante la cirugía primaria de hepatocarcinomas, se observó que cuando se analizaba sangre de la vena mesentérica, se detectaban células tumorales circulantes en 20 pacientes de 40, pero al analizar sangre venosa central sólo se detectaban en 6 pacientes y en sangre venosa periférica sólo se detectaron en 2 pacientes de 19 (Koch et al., 2001). Es importante evitar la contaminación de la muestra con células epiteliales, si la técnica empleada para el estudio de la EMR, tiene como diana un patrón de expresión epitelial. Se han descrito falsos positivos en controles sanos, en una muestra tomada inmediatamente después de una punción venosa (Peck et al., 1998). En el caso de ganglios linfáticos han de usarse nuevos bisturís para excluir falsos positivos en la detección de EMR, debido a la posible contaminación de la muestra con células epiteliales tumorales.

La sensibilidad de los ensayos para la determinación de la EMR está limitada por la estabilidad de las respectivas estructuras diana de la muestra a analizar. El DNA genómico es una molécula altamente estable, sin embargo, el RNA mensajero tiene una vida media muy corta. Por ello es necesario minimizar la actividad de la ARNasa en las muestras clínicas, que se puede conseguir