2.4 Historia Natural
2.4 Historia Natural
El cáncer de cabeza y cuello puede permanecer de forma subclínica durante mucho tiempo y no manifestarse hasta que la enfermedad esté muy avanzada. Son pacientes que habitualmente se demoran en acudir a la consulta y presentan síntomas parecidos a las enfermedades benignas habituales como son los procesos catarrales o las molestias en la cavidad oral secundarias a prótesis dentales. Todo lo anterior hace que en bastantes ocasiones sean tratados con antibióticos y analgésicos, retrasando por tanto el diagnóstico y detectándose en estadios muy avanzados, lo que dificulta la erradicación total del tumor.
Cuando las células tumorales comienzan a crecer, tienden a extenderse con facilidad a las zonas vecinas por lo que es importante realizar un diagnóstico precoz. La característica principal de los tumores de cabeza y cuello es la fácil diseminación a los ganglios linfáticos regionales, siendo fundamental conocer en profundidad la anatomía de las cadenas linfáticas del tracto aerodigestivo superior. Cada área de la esfera ORL tiene un drenaje linfático característico; el conocimiento de esta diseminación linfática es la base de los tratamientos con radioterapia ya que el control tumoral depende no sólo del tratamiento del tumor primario, sino también de los ganglios regionales dado el alto riesgo de presentar recidiva locorregional. Los ganglios cervicales se han dividido en niveles para poder definir con mayor comodidad la diseminación tumoral: I. Triángulo submandibular y submentoniano, II. Yugulares superiores y cervicales posteriores superiores, III. Yugulares medios, IV. Yugulares inferiores y V. Cervicales posteriores medios e inferiores (Figura 1).
Figura 1. Distribución de los ganglios cervicales por niveles.
La diseminación a distancia del cáncer de cabeza y cuello no es frecuente. Si aparece, la localización inicial sería el pulmón, seguida del hueso, hígado y cerebro.