4.4 Cambios Hormonales Durante El Ciclo Sexual


4.4         Cambios Hormonales Durante El Ciclo Sexual

El ciclo sexual femenino puede dividirse en tres fases. La fase folicular comienza con la menstruación y dura unos 14 días; en ella se produce la maduración folicular. Le sigue la fase ovulatoria, en la cual sobreviene la ovulación. Tras esta sobreviene la fase luteal, con el advenimiento del cuerpo lúteo, y que se prolonga hasta el inicio de una nueva hemorragia menstrual (figura 4).

Los niveles plasmáticos de FSH comienzan a aumentar a partir de la menstruación y lo siguen haciendo hasta la primera mitad de la fase folicular, para luego ir disminuyendo algo en la segunda parte de la fase folicular. El nivel de LH comienza a aumentar un poco más tarde que el de la LH, pero este ascenso es continuo a lo largo de toda la fase. Bajo el influjo de la FSH y posteriormente de LH, los niveles plasmáticos de estradiol, producido por las células de la granulosa del folículo en desarrollo, aumentan progresivamente hasta alcanzar un máximo inmediatamente antes del pico de la fase ovulatoria. La fase ovulatoria se caracteriza por un pico en la secreción de FSH y LH, que va precedido por una ligera caída en los niveles plasmáticos de estradiol. Al mismo tiempo, el nivel plasmático de progesteron comienza a ascender. Tras la ovulación, se produce una marcada disminución de los niveles plasmáticos de FSH y de LH, hasta alcanzar un mínimo al final de la fase lútea. Al mismo tiempo se produce un aumento sostenido de las concentraciones plasmáticas de progesterona y estradio, segregados por el cuerpo lúteo. Si no hay embarazo, los niveles de ambas hormonas vuelven a disminuir hacia el final de la fase lútea, lo que dará origen a una nueva hemorragia mensual (figura 4).



Visión de conjunto del ciclo ovárico y endometrial y cambios hormonales durante sus fases

Figura 4: Visión de conjunto del ciclo ovárico y endometrial y cambios hormonales durante sus fases