3. Conclusiones
3. Conclusiones
La resistencia endocrina en el cáncer de mama, especialmente a los SERMs como el TAM, es un problema clínico de primera magnitud y una causa clave del fallo terapéutico. Como hemos visto, la intensidad y la dirección de la señalización regulada por los SERMs en una célula, tejido o tumor determinado son resultado de un delicado balance de diferentes factores que actúan interrelacionados entre sí y dirigidos a modular la actividad del RE. Podríamos destacar, los niveles y proporciones de diferentes subtipos de RE y/o de proteínas correguladoras, la naturaleza de las señales extracelulares, la naturaleza de los promotores de los genes dianas, mutaciones del receptor o los múltiples fenómenos farmacocinéticos que condicionan la biodisponibilidad del antiestrógeno. Es evidente que los mecanismos que conducen a la resistencia endocrina son multifactoriales. Parece claro que en los tumores RE-negativos la ausencia de expresión de RE es el factor más importante de resistencia primaria, ya que más del 90% de los tumores RE-negativos no responden a los antiestrógenos. En los tumores RE-positivos, parece poco probable que predomine un único mecanismo tanto para la resistencia primaria como la adquirida. Efectivamente, cada tumor o, mejor dicho, cada subpoblación de células dentro de un tumor, puede utilizar múltiples y diferentes mecanismos (genómico y/o no genómico) de resistencia.
Los recientes avances en genómica y proteómica permiten el análisis simultáneo de numerosos genes (o de sus productos). Esto constituye una excelente oportunidad para definir los perfiles de expresión génica/proteica característicos de cada tumor e identificar terapias específicas de cada paciente. Sin lugar a dudas, estos estudios también ayudarán a identificar las características moleculares de la resistencia endocrina a diferentes agentes y permitirá un mejor entendimiento de cómo los mecanismos descritos en este artículo contribuyen al desarrollo de un fenotipo resistente.