1. Introducción


1.    Introducción

El cáncer constituye el resultado de la transformación geno y fenotípica de la célula normal que se caracteriza fundamentalmente por la pérdida del control del crecimiento celular. En los últimos años se han realizado esfuerzos para identificar marcadores tumor-específicos, así como epítopos igualmente específicos.

Los marcadores tumorales son sustancias producidas por las células neoplásicas y algunas veces por las células normales. Éstas pueden encontrarse en la sangre o en la orina de los pacientes con cierto tipo de cáncer y, con menos frecuencia, puede hallarse en algunas situaciones benignas no cancerosas.

Un marcador tumoral ideal sólo debería ser detectable en los individuos que presentan un proceso neoplásico y, contrariamente, ser indetectables en los sujetos sanos o con patología no tumoral o benigna. La mayoría de los marcadores tumorales no cumplen las características de un marcador ideal, ya que pueden detectarse en el suero de pacientes sin cáncer, y es por ello que a la hora de aplicarlo al estudio de algún tumor es preciso tener la mayor información posible sobre las características del tumor, su metabolismo, así como las características del método utilizado para su determinación.

Para mejorar la especificidad, es necesario conocer que con frecuencia, los resultados falsos positivos se deben a la presencia de enfermedades no neoplásicas o a alteraciones en la función en los órganos donde son catabolizados y/o eliminados estas sustancias. Por ello, es imprescindible conocer las causas que pueden producir falsos incrementos en la concentración sérica del marcador tumoral y descartarlas. Es por esto, que la mayoría de los marcadores tumorales no pueden ser empleados con fines diagnósticos, sino que presentan su máxima utilidad para el seguimiento y control de la eficacia del tratamiento, así como para la detección precoz de recidivas y metástasis (monitorización del tratamiento y curso evolutivo). A tal efecto se establecen controles periódicos de los mismos(Figura 1).



Principios generales del cáncer Marcadores tumorales  Introducción


Puesto que los marcadores tumorales séricos están sometidos a dinámicas de eliminación similares a las de cualquier componente en sangre, es necesario valorar todos aquellos factores que puedan modular su vida media en sangre. En general son metabolizados a nivel hepático y eliminados por vía biliar o renal. Así pues, las alteraciones hepáticas y biliares y la insuficiencia renal, pueden afectar de forma clara las concentraciones de los marcadores en suero. Es necesario descartar cualquier patología benigna (no tumoral), como causa de una concentración elevada del marcador tumoral.

Antes de entrar en detalle con cada uno de los marcadores empleados con mayor frecuencia, es importante hacer algunas consideraciones generales acerca de ellos:

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Ningún marcador es específico de malignidad
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Generalmente, los marcadores tumorales en suero no se encuentran elevados en pacientes en estadios precoces de la enfermedad. Altos niveles se encuentran en enfermedad avanzada.
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No hay ningún marcador absolutamente órgano específico. Sin embargo, el PSA parece ser específico de la próstata.
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Aparte de la HCG en el coriocarcinoma, ningún marcador está elevado en el 100% de pacientes con una enfermedad maligna concreta.
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Los rangos de referencia para los marcadores no están bien definidos y son usados, sólo como guía.
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La existencia de distintos estándares internacionales utilizados por distintos kits, pueden dar diferentes resultados en la misma muestra.