8.1 Inmunoterapia Activa


8.1         Inmunoterapia activa:

Pretende estimular el sistema inmunitario del propio paciente para favorecer una respuesta efectiva frente al tumor.

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No específica:

Activación de todo el sistema inmunitario, asumiendo que de forma secundaria se provocará la destrucción tumoral. La respuesta global se amplifica de manera inespecífica (estimulando a macrófagos, células NK, linfocitos T, etc). Si bien los grandes estudios randomizados no han demostrado papel alguno para la inmunoterapia sistémica en tumores sólidos, sí ha resultado útil para disminuir las recidivas del carcinoma in situ de vejiga, mediante instilaciones de BCG (bacilo de Calmette-Guérin) de forma adyuvante a la resección transuretral. Adicionalmente, la inclusión del levamisol (antihelmintico con capacidad inmunomoduladora) en los tratamientos del carcinoma de colon con 5-FU, ha demostrado relevantes incrementos en supervivencia. El uso de citoquinas, incluyendo interferones e interleuquinas, es incluido dentro de la inmunoterapia activa inespecífica. Los interferones (IFN) se dividen en tres tipos: alfa, beta y gamma. El interferón alfa es el más extensamente usado en la clínica. Su mecanismo de acción no solo incluye la activación inespecífica del sistema inmune (estimulando células NK,T y macrófagos), lo que mejoraría su capacidad de enfrentarse a las células tumorales, sino que además, actuaría directamente sobre la célula tumoral favoreciendo su diferenciación y por tanto reduciendo su crecimiento. Se utiliza en el tratamiento de leucemias, melanoma, sarcoma de kaposi y linfomas no hodgkin de bajo grado. Las interleukinas (IL) son citoquinas que estimulan el crecimiento y la activación de células inmunes, especialmente linfocitos T. Existen muchos tipos de interleukinas pero la IL-2 ha sido la más usada en el tratamiento de cáncer, estando actualmente indicada en el tratamiento del melanoma y el cáncer renal metastásico. Sin embargo su toxicidad y su eficacia limitada limitan su uso clínico.
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Específica:

Pretende una estimulación del sistema inmune dirigida contra antígenos expresados por las células tumorales del propio paciente. Esto permitiría un incremento de la actividad y, teóricamente, del control del sistema inmune sobre la enfermedad subclínica restante, disminuyendo la posibilidad de recidiva. El problema fundamental son los mecanismos de escape de los tumores al sistema inmune por lo que, salvo en estudios puntuales (colon), no tiene en la actualidad aplicación clínica standard.