Volumen nº3 - Enero 2006 - ISSN 1697-6452
La era de la quimioterapia anticancerígena comenzó por los años 40, empleándose inicialmente derivados del gas mostaza para el tratamiento de linfomas. En las mismas fechas, también se investigó la relación entre el ácido fólico, vitamina crucial para el metabolismo del ADN, y la leucemia, determinándose que el empleo de antifolatos suprimía la proliferación de células malignas en leucemia. En la década de los 60, les siguieron el descubrimiento y empleo de la 6-mercaptopurina y vincristina y el avance en otras estrategias terapéuticas, así como el descubrimiento y desarrollo de otros nuevos fármacos, bien de origen natural o sintético.