2. Epidemiología Observacional


2. Epidemiología Observacional

La epidemiología se sirve de distintos diseños para el estudio de la distribución y los determinantes de la enfermedad. Esta definición, implícitamente, supone que la epidemiología está interesada en eventos, como el cáncer, no a nivel individual, y sólo en pacientes, como lo hacen los clínicos, sino en términos poblacionales. El interés, por tanto, se centra en colectivos de personas, incluyendo no sólo a quiénes tienen cáncer, sino también a aquellos que no lo tienen. El objetivo es comparar de forma sistemática a unos y a otros, para averiguar en qué difieren, pues esas diferencias pueden ser las causas de la enfermedad.

Alternativamente, si sospechamos que un factor (relacionado con la actividad profesional, la dieta, con contaminantes o microorganismos en el medio ambiente, con determinados estilos de vida -en términos generales, una exposición- puede ser de riesgo, el objetivo de la epidemiología es seguir a las personas que se exponen a ese factor, del mismo modo que a personas que no se exponen. Si existe una relación causa-efecto, mediante estos estudios de seguimiento en poblaciones encontraremos una mayor frecuencia de enfermedad en los primeros, y también de este modo podremos conocer las causas del cáncer.

Evidentemente, estos estudios son posibles porque cada individuo, voluntariamente, se somete a diferentes exposiciones según su lugar de residencia, ocupación, dieta y otros hábitos: de este modo nos será posible describir las características de cada población en cualquier momento, y además comparar sistemáticamente las diferencias en la aparición de la enfermedad según el grado de exposición o, al revés, los antecedentes de exposición según los individuos estén o no enfermos. En otros términos, la esencia de la investigación causal es la observación, pues no es imaginable, éticamente, que pueda realizarse un estudio experimental en humanos para probar los efectos cancerígenos de una exposición determinada.

Los dos diseños básicos para el análisis de la causalidad son los estudios de cohortes y los estudios casos-controles, que describiremos en este capítulo y que son las herramientas metodológicas fundamentales de la epidemiología analítica observacional. Aunque nos centraremos, entonces, en ilustrar de qué modo se contesta a la pregunta de cuáles son las causas del cáncer, no debe perderse de vista que la epidemiología no es únicamente una ciencia de investigación pura, interesada en descubrir el por qué de esta enfermedad: el conocimiento de los factores que aumentan el riesgo de aparición del cáncer es la clave para la prevención, por lo que la epidemiología es también una ciencia de investigación aplicada.

En ese sentido, debe quedar claro que podemos (y debemos) intervenir sin conocer los mecanismos por los que aparece el cáncer: así, la evidencia disponible por la observación de la frecuencia con la que el cáncer aparece en fumadores (en relación a no fumadores), o de la frecuencia con la que los sujetos con cáncer se han expuesto al tabaco (en comparación con la frecuencia de ese antecedente en las personas sin cáncer), es argumento suficiente para la prevención, aún desconociendo exactamente cuáles son los componentes carcinogénicos, o el modo en que interfieren en los procesos de división celular.