2. DETECCIÓN DE HIPOXIA TUMORAL


2.          DETECCIÓN DE HIPOXIA TUMORAL

Está claramente establecido que los tumores hipóxicos son hasta 3 veces menos sensibles a la radioterapia que los bien oxigenados (Denekamp et al., 1989).

Los pacientes con tumores peor oxigenados tendrían, por tanto, peor supervivencia y no sólo son más resistentes a la radioterapia sino que además son más resistentes a otras formas de tratamiento puesto que son tumores más agresivos y con más facilidad para metastatizar (Rofstad et al., 2000; Vaupel et al., 2001).

Durante los últimos años se han desarrollado métodos para medir la oxigenación tumoral aplicable en la clínica (Raleigh et al., 1996). Entre ellos se encuentran: análisis histomorfométricos, crioespectometría, microelectrodos de oxígeno, marcadores de hipoxia, detección de roturas de cadena de DNA (Comet assay), medida de marcadores endógenos o sustitutos de hipoxia (HIF-1a, Glut-1, VEGF,CA IX, PAI-1). El valor pronóstico de la oxigenación tumoral medida por la presión parcial de oxígeno (pO2) ha sido demostrado en un gran número de estudios y en una variedad de tipos tumorales tratados con radioterapia exclusiva, radioterapia combinada con cirugía o únicamente con cirugía, siendo considerado el método estándar para la determinación de la hipoxia tumoral (Höckel et al., 2001, Loncaster et al., 2001; Fyles et al., 2002).