4.2 Validación clínica de biomarcadores

4.2     Validación clínica de biomarcadores.

Los test de biomarcadores actuales suelen medir únicamente una proteína cada vez. Es el caso del PSA para el cáncer de próstata o del CA125 para el de ovario. Este tipo de test con un solo marcador podría no ser capaz de detectar señales tempranas de enfermedad, o conducir a falsos positivos o negativos. El cáncer es una enfermedad compleja, por ello se intenta analizar un amplio espectro de proteínas del individuo, es decir, disponer de su perfil molecular.

Con este fin se diseñan microarrays de proteínas. Se trata de rejillas de 1 cm2 de área, en las que se pueden disponer entre 1.000 y 10.000 puntos, cada uno capaz de medir un tipo de proteína. Esto permite ver cientos de proteínas con el mismo nivel de detalle en un solo array o matriz. Existen tres métodos para detectar las proteínas: sandwich, captura de antígeno o unión directa.

Los microarrays se presentan como una herramienta de gran utilidad para obtener información de la cantidad de proteína y del grado en que ha sido modificada por adición de otras biomoléculas. Esta estrategia se usa en ensayos clínicos para correlacionar un patrón proteico como prueba de la enfermedad.

Una vez que son seleccionados los biomarcadores candidatos, han de pasar los parámetros críticos de sensibilidad y especificidad. Actualmente, sólo un pequeño porcentaje de las proteínas relacionadas con cáncer ha pasado la etapa de validación clínica. En el futuro, los biomarcadores podrán usarse como alternativa a otras pruebas clínicas como la radiografía, la resonancia magnética o la biopsia.

A pesar de los avances producidos, el estudio del proteoma aún presenta obstáculos considerables. Hay que tener en cuenta la alta complejidad del proteoma, el gran número de proteínas existentes y las posibles variaciones en la traducción, incluso en un mismo individuo, según la edad o el estado fisiológico. Por otro lado, dentro de la mezcla de proteínas que podemos obtener de los fluidos corporales, éstas se encuentran a distintas concentraciones, haciendo más complicada la captura de proteínas de baja concentración.