4.1 Receptores Con Actividad Tirosina Kinasa. Autofosforilación


4.1         Receptores Con Actividad Tirosina Kinasa. Autofosforilación

Los receptores tirosina-kinasa tienen una gran importancia fisiológica mediando funciones vitales para la célula como la regulación de la proliferación y diferenciación, supervivencia y modulación del metabolismo celular. Decenas de moléculas de señalización funcionan con este tipo de receptores, entre ellas abundan factores de crecimiento y citoquinas ( Factor de Crecimiento Neuronal (NGF), el Factor de Crecimiento Derivado de Plaquetas (PDGF), Factor de Crecimiento Fibroblástico (FGF), Factor de Crecimiento Epidérmico (EGF)) así como también utilizan estos receptores algunas hormonas importantes (p.ej. eritropoietina, insulina, hormona de crecimiento, prolactina…etc.) .

Los receptores tirosina-kinasa, como hemos señalado anteriormente, están constituidos por una sola cadena polipeptídica que presenta un dominio extracelular de unión al ligando y un dominio intracelular con actividad catalítica tirosina-kinasa, unidos mediante un dominio transmenbranal.

En ausencia del ligando, el receptor se halla (generalmente) en estado de monómero y sin actividad enzimática. La llegada del estímulo, promueve la dimerización del receptor, lo que provoca un cambio conformacional que activa al dominio catalítico. El primer sustrato de la enzima son ciertos residuos tirosina (Tyr) del dominio citosólico de su compañero en el dímero, a los que fosforila. Este proceso se conoce como autofosforilación. En este estado, el receptor es capaz de fosforilar en Tyr a otros sustratos específicos. Los RTK pueden encontrarse en estado basal formando dímeros o tetrámeros, pero requieren la presencia de ligando para llevar a cabo su autofosforilación, pues es éste el que provoca el cambio conformacional en el receptor, necesario para iniciar la actividad enzimática.